sábado, 6 de julio de 2013

UNA PELÍCULA Y UN LIBRO

PELÍCULA: MACKTUB

http://www.academiadecine.com/imagenes/contenido/agenda/maktub_peq.jpgSinopsis
Manolo (Diego Peretti) está en plena crisis de la mediana edad. Su matrimonio con Beatriz (Aitana Sánchez-Gijón) está al borde del caos, la rutina de su trabajo le resulta insoportable y la comunicación con sus dos hijos y con la vida misma es nefasta.
Sin embargo, un día se cruza con Antonio (Andoni Hernández), un chico canario de 15 años enfermo de cáncer pero con una vitalidad muy contagiosa.
A partir de entonces, su amistad con él, su madre (Goya Toledo), un divertido repartidor de comida (Jorge García) y una extravagante enfermera (Rosa María Sardà), entre otros, será el inicio de un sinfín de coincidencias que cambiarán su vida en un divertido y mágico cuento de Navidad.
La palabra “Maktub” procede del árabe y significa “lo que está escrito”. El título hace referencia a esas extrañas casualidades que nos suceden a veces y que parecen inevitables.

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LIBRO: EL ALQUIMISTA de Paulo Coelho

 Tema y argumento
El joven Santiago, hijo de una humilde familia campesina de Andalucía, cuyos padres soñaban con que fuera sacerdote, decide un día abandonar el seminario y hacerse pastor, impulsado por su obsesivo deseo de conocer el mundo.
Además de sus ovejas, con las que vive y siente cada instante de su existencia, también lo acompaña un sueño simbólico que no logra descifrar.
Será una adivina gitana quien interprete su significado: un inmenso tesoro lo aguarda en las Pirámides de Egipto, lo que lo impulsa a cruzar al continente africano y dirigirse al país de los faraones.

El sueño del joven simboliza la consecución de su propia Leyenda Personal, que es la meta final de un viaje para el que cuenta con la ayuda de una sucesión de auxiliares igualmente simbólicos y en cuyo horizonte se dibuja el amor por la joven Fátima.

Con este arranque y estos planteamientos, el joven pastor irá descubriendo una galería de personajes, sacados de la tradición cultural y espiritual para actuar como maestros: Melquisedec, el anciano y enigmático rey de Salem, cargado de reminiscencias bíblicas, el Mercader de Cristales, el viajero Inglés, o el gran mago y venerado Alquimista... con cuyo magisterio se dirigirá hacia su propio mundo interior, convirtiendo su viaje en una búsqueda personal de sí mismo por la que se cruza con parajes y situaciones exóticas que irán fraguando en él un sueño cargado de preguntas y respuestas sobre el sentido de la existencia.
Un viaje soñado que cobra cuerpo hasta situar al joven pastor en el punto de partida o, lo que es lo mismo, en su meta soñada.
(EL ALQUIMISTA de Paulo Coelho. Ed. Planeta)

Estaban conversando en árabe y el muchacho se sentía muy satisfecho por haber logrado hablar el idioma. Hubo una época en la que creyó que las ovejas podían enseñarle todo lo que hay que saber sobre el mundo. Pero las ovejas no podían enseñar árabe.
"Debe haber otras cosas en el mundo que las ovejas no pueden enseñar-pensó el chico mirando al Mercader en silencio-. Porque ellas sólo se preocupan de buscar agua y comida. Creo que no son ellas las que enseñan: soy yo quien aprendo".
-Maktub -dijo finalmente el Mercader
-¿Qué significa eso?
-Tendrías que haber nacido árabe para entenderlo -repuso él-. Pero la traducción sería algo así como "está escrito".
(El Alquimista de Paulo Coelho. Ed. Planeta. pág. 74)

EL ALQUIMISTA versión PDF


Un cuento indio: La llave de la felicidad

El Divino se sentía solo y quería hallarse acompañado. Entonces decidió crear unos seres que pudieran hacerle compañía. Pero cierto día, estos seres encontraron la llave de la felicidad, siguieron el camino hacia el Divino y se reabsorbieron a Él. 

Dios quedó triste, nuevamente solo. Reflexionó. Pensó que había llegado el momento de crear al ser humano, pero temió que éste pudiera descubrir la llave de la felicidad, encontrar el camino hacia Él y volver a quedarse solo.

Siguió reflexionando y se preguntó dónde podría ocultar la llave de la felicidad para que el hombre no diese con ella. Tenía, desde luego, que esconderla en un lugar recóndito donde el hombre no pudiese hallarla.

Primero pensó en ocultarla en el fondo del mar; luego, en una caverna de los Himalayas; después, en un remotísimo confín del espacio sideral. Pero no se sintió satisfecho con estos lugares.
Pasó toda la noche en vela, preguntándose cuál sería el lugar seguro para ocultar la llave de la felicidad.

Pensó que el hombre terminaría descendiendo a lo más abismal de los océanos y que allí la llave no estaría segura. Tampoco lo estaría en una gruta de los Himalayas, porque antes o después hallaría esas tierras.

"Ni siquiera estaría bien oculta en los vastos espacios siderales, porque un día el hombre exploraría todo el universo. "¿Dónde ocultarla?", continuaba preguntándose al amanecer.

Y cuando el sol comenzaba a disipar la bruma matutina, al Divino se le ocurrió de súbito el único lugar en el que el hombre no buscaría la llave de la felicidad: dentro del hombre mismo.

Creó al ser humano y en su interior colocó la llave de la felicidad"
(101 cuentos clásicos de la India,recopilación de Ramiro Calle, Arca de sabiduría,Edaf, Madrid,1995)


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